Ortodoncia invisible vs. Brackets: ¿Cuál es mejor opción?

mujer-sonriente-sosteniendo-ortodoncia-invisible

La decisión de mejorar tu sonrisa con un tratamiento ortodóncico es un paso importante hacia una mejor salud bucodental y mayor estética dental. Hoy en día, los avances en odontología han hecho posible escoger entre diferentes tipos de ortodoncia. Entre las más comunes destacan los brackets metálicos tradicionales y la ortodoncia invisible, basada en alienadores transparentes. 

Ambos sistemas son eficaces, pero tienen diferencias significativas en cuanto a comodidad, estética, coste y adecuación según el caso. En este artículo analizaremos los pros y los contras de cada opción para ayudarte a escoger la mejor solución para ti.

¿Qué es la ortodoncia invisible?

La ortodoncia invisible es un tratamiento ortodóncico que consiste en el uso de férulas transparentes y removibles. Estos alienadores se fabrican a medida para cada paciente y se cambian cada 1 o 2 semanas, guiando progresivamente los dientes hacia su posición ideal.

Gracias a su diseño discreto y a su tecnología avanzada, se ha convertido en la opción favorita de muchos adultos y adolescentes que quieren mejorar su sonrisa sin que se note.

Tipos de ortodoncia invisible:

¿Qué son los brackets metálicos?

Los brackets metálicos son el sistema de ortodoncia más tradicional.

Consisten en pequeñas piezas metálicas que se cimientan a la superficie de los dientes, unidas por un arco que aplica presión para mover los dientes. Aunque su estética es más llamativa, siguen siendo una opción muy eficaz, especialmente en casos complejos o severos.

Tipos de brackets tradicionales:

Diferencias clave entre ortodoncia invisible y brackets tradicionales

A continuación, comparamos ambos tratamientos ortodóncicos según distintos aspectos:

Ortodoncia invisible: Casi imperceptible.  Los alienadores transparentes se adaptan a la forma de los dientes, lo que los hace ideales para quienes buscan un tratamiento discreto.

Brackets metálicos: Son visibles, incluso a distancia. Aunque existen versiones más estéticas (como los brackets cerámicos), siguen siendo más notorios que los alienadores

Ortodoncia invisible: Al no tener alambres ni piezas metálicas, suelen causar menos rozaduras o llagas. Además, se pueden retirar al comer o cepillarse.

Brackets metálicos: Pueden generar molestias por el roce con los tejidos más blandos de la boca, sobretodo al inicio del tratamiento o después de los ajustes.

Ortodoncia invisible: Al ser removibles, permiten un cepillado y uso del hilo dental sin obstáculos. Esto favorece una mejor salud bucal durante el tratamiento.

Brackets metálicos: Requieren técnicas especiales de higiene y herramientas adicionales, como cepillos interdentales, ya que los restos de comida tienden a acumularse alrededor de los brackets.

Ortodoncia invisible: Requiere llevar los alienadores entre 20-22 horas al día. Si no se cumple este uso, el tratamiento puede prolongarse o no ser efectivo.

Brackets metálicos: No se pueden quitar, por lo que el tratamiento avanza de forma constante sin depender de la disciplina del paciente.

Ortodoncia invisible: Ideal para apiñamientos leves o moderados, cierres de espacios y pequeños problemas de mordida. Los avances han mejorado su capacidad de tratar casos complejos, pero aún tiene limitaciones.

Brackets metálicos: Más eficaces en casos severos, como mordidas cruzadas, dientes rotadnos o caninos incluidos. Permiten una mayor variedad de movimientos dentales y uso de complementos (como elásticos o microtornillos).

Ambos tratamientos pueden durar entre 12 y 30 meses, dependiendo de la complejidad de cada caso y la disciplina del paciente.

La ortodoncia invisible suele tener una planificación digital muy precisa, lo que a veces permite una duración menor en casos sencillos.

Costes orientativos

En general, los brackets metálicos son más económicos que los alienadores transparentes, ya que su fabricación es más sencilla y no requiere planificación digital avanzada.

Además, la ortodoncia invisible incluye una inversión en tecnología 3D, escaneado intraoral, simulaciones digitales del movimiento dental y fabricación personalizada de cada juego de alienadores.

¿Qué opción es mejor para ti?

Elige la ortodoncia invisible si:

  • Buscas un tratamiento discreto y estético.
  • Tienes una vida social o profesional activa donde los brackets visibles te incomodarían.
  • Eres disciplinado y te comprometes a llevar los alineadores el tiempo indicado.
  • Tu caso es de complejidad moderada o leve.

Elige brackets metálicos si:

  • Tienes problemas de mordida complejos o problemas severos de alineación dental.
  • Prefieres un sistema que no dependa de tu constancia diaria.
  • Quieres una opción más económica.
  • No te molesta que la ortodoncia sea visible.
¿Qué pasa después del tratamiento? 

Finalizar el tratamiento ortodóncico no significa que el trabajo haya terminado. Tanto con brackets como con alineadores, es fundamental utilizar retenedores al final del tratamiento. Estos dispositivos evitan que los dientes vuelvan a su posición anterior y garantizan que los resultados obtenidos se mantengan estables a lo largo del tiempo.

Conclusión

La elección entre brackets metálicos y ortodoncia invisible dependerá de tus necesidades estéticas, la complejidad de tu caso, tu estilo de vida y tu presupuesto. Ambos sistemas tienen sus ventajas y limitaciones, y lo ideal es decidir con el apoyo de nuestros ortodoncistas para que analicemos tu caso de manera personalizada.

Una sonrisa bien alineada no solo mejora la estética dental, sino que también favorece la salud oral y la funcionalidad. Tanto si optas por los tradicionales brackets metálicos, como por los modernos alineadores transparentes, el objetivo es el mismo: conseguir una sonrisa saludable, armónica y estable.